sábado, 11 de junio de 2022

FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
I clase, blanco
Gloria, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad.
Día Pro Orantibus
El dogma fundamental al que todo se reduce en la religión cristiana es el de la Santísima Trinidad, en cuyo nombre se bautizan los fieles.
La fiesta de la Santísima Trinidad pide se la comprenda y celebre en la prolongación de los misterios de Cristo, como la expresión solemne de nuestra fe en esa vida trinitaria de las personas divinas, en que nos han introducido el bautismo y la redención de Cristo.
Solamente en el cielo hemos de comprender cómo podremos nosotros tener por Cristo una verdadera participación de hijos en la misma vida de Dios.
Aunque introducida en el siglo IX, la fiesta de la Santísima Trinidad no se extendió a la Iglesia 'universal hasta el siglo XIV. No obstante, el culto de la Santísima Trinidad aflora por doquier en toda la liturgia.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo comenzamos y terminamos la misa y el oficio divino y se confieren todos los sacramentos. Todos los salmos terminan con el Gloria Patri, los himnos, con una doxología, y las oraciones, con una conclusión en honor de las tres divinas personas. Continuamente, pues, nos hace alabar y adorar la Iglesia al Dios tres veces santo, que tanta misericordia ha tenido de nosotros, pues nos ha dado el participar de su propia vida.
...
Aunque la Iglesia honre a la Santísima Trinidad día del año y principalmente los domingos, con todo, ha querido dedicar a este misterio fundamental del Cristianismo una fiesta particular, que celebramos el primer domingo después de Pentecostés, para darnos a entender que el fin de los misterios de Jesucristo y de la venida del Espíritu Santo, ha sido conducirnos al conocimiento de la Santísima Trinidad y a su adoración en espíritu y en verdad.
Toda la liturgia de esta fiesta no es más que un himno a la Beatísima Trinidad. En las Oraciones suplicamos humildemente la firmeza en la fe de este adorable y profundo misterio. La Epístola nos está indicando la humildad con que hemos de reverenciarlo; el Evangelio es una magnífica manifestación y confesión del mismo.
En esta fiesta hacemos conmemoración de la Domínica que antiguamente se celebraba, rezando sus oraciones y el Evangelio en que se nos recomienda la caridad y misericordia con nuestros prójimos. De esta suerte, la primera Domínica después de Pentecostés resuma toda la doctrina moral del Año Eclesiástico en el precepto principal de la caridad, pero acentuando de una manera particular, como correspondencia del amor de Dios para con los hombres, nuestra caridad con el prójimo.
Para celebrar esta fiesta conforme lo desea la Iglesia, debemos: 1º Adorar el misterio de Dios uno y trino. 2º Dar gracias a la Santísima Trinidad por todos los beneficios temporales y espirituales que de ella recibimos. 3º Consagrarnos totalmente a Dios y rendirnos del todo a su divina Providencia. 4º Determinarnos a hacer siempre con devoción la señal de la Cruz, que expresa este misterio, y a rezar con viva fe e intención de glorificar a  la Santísima Trinidad, aquellas palabras que tan a menudo repite la Iglesia: Gloria sea dada al Padre, y al Hijo y al Espíritu  Santo.

INTROITO Tobías 12, 6; Salmo 7, 2
BENEDÍCTA SIT sancta Trínitas, atque indivísa únitas: confitébimur ei, quia fecit nobíscum misericórdiam suam. V/. Dómine Dóminus noster, quam admirábile est nomen tuum in univérsa terra! V/. Gloria Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et Semper, et in saecula saeculorum. Amen.
BENDITA SEA la Trinidad Santa y la indivisible Unidad; la alabaremos porque usó de misericordia cono nosotros. V/. Señor, Señor nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!  V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

ORACION COLECTA
OREMUS: Omnípotens sempitérne Deus, qui dedísti fámulis tuis in confessióne veræ fídei, ætérnæ Trinitátis glóriam agnóscere, et in poténtia majestátis adoráre unitátem: quǽsumus; ut ejúsdem fidei firmitáte, ab ómnibus semper muniámur advérsis. Per Dóminum. Per Dominum nostrum Iesum Christum, Filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus per omnia saecula saeculorum. 
R/. Amen.
OREMOS: Oh, Dios todopoderoso y eterno que concediste a tus siervos que, por la profesión de la verdadera fe, alcanzasen la gracia de conocer la gloria de la Trinidad eterna y la de adorar la unidad en la omnipotencia de la Majestad: te suplicamos que perseverando firmes en la misma fe, seamos defendidos contra toda adversidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.  
R/. Amén.

EPISTOLA  Romanos 11, 33-36
LÉCTIO EPÍSTOLÆ BEÁTI PAULI APÓSTOLI AD ROMANOS.
O Altitúdo divitiárum sapiéntiæ et sciéntiæ Dei: quam inconprehensi-bília sunt judicia ejus, et investigá-biles viæ ejus! Quis enim cognóvit sensum Dómini? Aut quis consiliárius ejus fuit? Aut quis prior dedit illi, et retribuétur ei? Quóniam ex ipso, et per ipsum, et in ipso sunt ómnia: ipsi glória in sǽcula. Amen.
LECTURA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS.
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que Él le devuelva? Él es el origen y camino y término de todo. A Él la gloria por los siglos. Amén.


GRADUAL Daniel 3, 55-56
BENEDÍCTUS ES, Dómine, qui intuéris abýssos, et sedes super Chérubim. V/. Benedíctus es, Dómine, in firmaménto cæli, et laudábilis in sǽcula.
BENDITO ERES, Señor, que miras los abismos, y te sientas sobre los Querubines. V/.  Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo, digno de alabanza por los siglos.

ALELUYA Daniel 3, 52
ALLELUJA, ALLELUJA. V/. Benedíctus es, Dómine, Deus patrum nostrórum, et laudábilis in sǽcula.  Alleluia.
ALELUYA. ALELUYA. V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, digno de alabanza por los siglos. Aleluya.

EVANGELIO Mateo 28, 18-20
Sequentia sancti Evangelii secundum Matthǽum.  
IN ILLO TÉMPORE: Dixit Jesus discípulis suis: «Data est mihi omnis potéstas in cælo, et in terra. Eúntes ergo docéte omnes gentes, baptizántes eos in nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti: docéntes eos serváre ómnia quæcúmque mandávi vobis. Et ecce ego vobíscum sum ómnibus diébus, usque ad consummatiónem sǽculi.»
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
EN AQUEL TIEMPO: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Antífona del Ofertorio Tobías 12, 6 Descripción: http://www.mandellia.es/upload2/cle_de_sol_245_210_2.jpg
BENEDÍCTUS SIT Deus Pater, unigenitúsque Dei Fílius, Sanctus quoque Spíritus: quia fecit nobíscum misericórdiam suam.
BENDITO SEA Dios Padre, y el Hijo Unigénito de Dios, y también el Espíritu Santo, porque ha usado de misericordia con nosotros.

SECRETA
SANCTÍFICA, quǽsumus, Dómine Deus noster, per tui sancti nóminis invocatiónem hujus oblatiónis hóstiam: et per eam nosmetípsos tibi pérfice munus ætérnum. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spíritus Sancti Deus
TE ROGAMOS, Señor, que aceptes benigno los sacrificios que te hemos consagrado; y concédenos que nos sirvan de perpetuo socorro. Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, eres Dios

PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
VERE DIGNUM et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in per-sónis propríetas, et in esséntia úni-tas, et in majestáte adorétur æquá-litas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:
EN VERDAD es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confe­sando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la pro­piedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

Antífona de Comunión Tobías 12, 6
BENEDÍCIMUS DEUM cæli, et coram ómnibus vivéntibus confitébimur ei: quia fecit nobíscum misericórdiam suam.
BENDIGAMOS AL DIOS del cielo y glorifiquémosle delante de todos los vivientes, porque ha usado de misericordia con nosotros.

ORACION POSCOMUNION
OREMUS: Profíciat nobis ad salútem córporis et ánimæ, Dómine Deus noster, hujus sacraménti suscéptio: et sempitérnæ sanctæ Trinitátis, ejusdémque indivíduæ unitátis conféssio. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. R/. Amen.
OREMOS: Haced, Señor y Dios nuestro, que la recepción de este Sacramento y la confesión de la eterna y santa Trinidad y de su indivisible Unidad nos sirvan para salud del alma y cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.



Folleto PDF bilingüe (más abajo)
  EPISTOLA
EVANGELIO
GRABACIONES DE LAS LECTURAS
I y II Vísperas de la Santísima Trinidad