lunes, 7 de junio de 2021

Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús / IN FESTO SACRATISSIMI CORDIS JESU

Viernes después del II domingo después de Pentecostés
FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
I clase, blanco
Gloria, Credo y Prefacio del Sagrado Corazón de Jesús. 
 
 IN FESTO SACRATISSIMI CORDIS JESU
 
En el Siglo XVI, el calvinismo, y en el siglo XVII, el jansenismo, habían predicado un cristianismo desfigurado. En lugar del amor universal de Dios que entrega a su Hijo para la salvación de los hombres, no había más que temor y angustia ante el pensamiento de la exclusión inexorable para una gran parte de la humanidad.  A estas negaciones opuso siempre la Iglesia el amor infinito del Salvador muerto en la cruz por todos los hombres. La institución de la fiesta del Sagrado Corazón debía contribuir muy pronto a crear entre los fieles una poderosa corriente de devoción que desde entonces no ha cesado de desarrollarse.  San Juan Eudes había compuesto ya un primer oficio con su misa. Pero fue en el año 1675 a raíz de las apariciones de nuestro Señor a Santa María Margarita cuando se instituyó la fiesta. En 1856 Pio IX la extendió a la Iglesia Universal y en 1928 Pio XI la elevó al rango de 1ra clase. “He ahí el Corazón que tanto ha amado a los hombres” había dicho nuestro Señor. Los textos de la misa evocan magníficamente la profundidad y la extensión de este amor del Salvador.
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A la fiesta del Corpus la sagrada liturgia añade, como una prolongación de la misma, la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. El objeto de esta fiesta es el Corazón de Jesús, es decir, el Corazón físico del Hombre Dios, junto con la humanidad y la divinidad de Jesús, considerado como un miembro vivo y unido al todo orgánico. El Corazón corpóreo de Jesús como símbolo y expresión del amor de Cristo a los hombres, manifestado sobre todo en la Redención por la cruz y en el misterio de la Santísima Eucaristía: he aquí el verdadero objeto de la fiesta. En el Corazón de Jesús, pues, vemos, en último término, la misma persona de Jesús, la persona divina que, bajo el símbolo de su Corazón de carne, nos muestra el amor, divino y humano, de Jesús hacia nosotros. Los misterios de la Encarnación, de la resurrección y de nuestra eterna posesión y goce de la vida divina, se fundan, en último resultado, en el único misterio del Amor del Salvador hacia nosotros. Y con la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús no pretendemos otra cosa que honrar este Amor divino-humano, y sumergirnos en él.

INTROITO Salmo 32, 11. 9. 1
Cogitatiónes Cordis ejus in generatióne et generatiónem: ut éruat a morte ánimas eórum et alat eos in fame. (T.P. Alleluia, alleluia). V/. Exsultáte, justi, in Dómino, rectos decet collaudátio. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén
Los designios misericordiosos de su Corazón se cumplen perpetuamente, para librar sus almas de la muerte y sustentarlos en tiempo de ham­bre. (T.P. Aleluya, aleluya). V/. Alegraos, justos, en el Señor; cae bien la alabanza en los de recto corazón.  V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

COLECTA
Deus qui nobis, in Corde Fílli tui, nostris vulneráto peccátis, infinítos dilectiónis thesáuros misericórditer largíri dignáris; concéde, quǽsumus, ut illi devótum pietátis nostræ præstántes obséquium, dignæ quoque satisfactiónis exhibeámus offícium. Per eúmdem Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
Oh Dios que os dignasteis otorgarnos bondadosamente los infinitos tesoros de vuestro amor, en el Corazón de vuestro Hijo, herido por nuestros pecados; concedednos, os suplicamos, que, al ofrecerle el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el obsequio de una digna reparación. Por el mismo nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

EPÍSTOLA Efesios 3, 8-19
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Ephésios.
Fratres:Mihi ómnium sanctórum mínimo data est grátia hæc, in géntibus evangelizáre investigábiles divítias Christi: et illumináre omnes, quæ sit dispensátio sacraménti abscónditi a sǽculis in Deo qui ómnia creávit: ut innotéscat principátibus et potestátibus in cæléstibus per ecclésiam multifórmis sapiéntia Dei: secúndum præfinitiónem sæculórum quam fecit in Christo Jesu Dómino nostro, in quo habémus fidúciam et accéssum in confidéntia per fidem eius…. Hujus rei grátia flecto génua mea ad Patrem Dómini nostri Jesu Christi, ex quo omnis patérnitas in cælis et in terra nominátur: ut det vobis secúndum divítias glóriæ suæ, virtúte corroborári per Spíritum ejus in interiórem hóminem: Christum habitáre per fidem in córdibus vestris: in caritáte radicáti et fundáti: ut possítis comprehéndere, cum ómnibus sanctis, quæ sit latitúdo, et longitúdo, et sublímitas, et profúndum: scire étiam supereminéntem sciéntiæ caritátem Christi, ut impleámini in omnem plenitúdinem Dei.

Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios.

Hermanos: A mí, el más insignificante de los santos, se me ha dado la gracia de anunciar a los gentiles la riqueza insondable de Cristo; e iluminar la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los principados y potestades celestes conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios por la fe en él. Por eso doblo las rodillas ante el Padre de Jesucristo Señor nuestro, de quien toma nombre toda paternidad en el cielo y en la tierra, pidiéndole que os conceda, según la riqueza de su gloria, ser robustecidos por medio de su Espíritu en vuestro hombre interior; que Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; de modo que así, con todos los santos, logréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.


GRADUAL Salmo 24, 8-9
Dulcis et rectus Dóminus, propter hoc legem dabit delinquéntibus in via. V/. Diriget mansuétos in judício, docébit mites vias suas.
El Señor es bueno y recto, señala el camino a los descarriados. V/.  Guía en la justicia a los humildes, enseña su camino a los afligidos.

ALELUYA Mateo 11, 29. 28
Allelúja, allelúja. V/. Tóllite jugum meum super vos et díscite a me, quia mitis sum, et húmilis Corde, et inveniétis réquiem animábis vestris. Allelúja.
Aleluya. aleluya. V/. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que tengo un corazón amable y sencillo, y encontraréis la paz del alma. Aleluya.

TRACTO. Salmo 102, 8-10.
En Septuagésima, omitido el Aleluya, se dice:
Miséricors et miserátor Dóminus, longánimis et multum miséricors. V/. Non in perpétuum irascétur, neque in ætérnum comminábitur. V/. Non secúndum peccáta nostra fecit nobis, neque secúndum iniquitátes nostras retríbuit nobis.
El Señor es com­pasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. V/. No está siempre acusando, ni guarda rencor perpetuo. V/.  No nos trata como merecen nuestros pecados, no nos paga según nuestras culpas.

ALELUYA PASCUAL. Mt. 11, 29 Y 28.
En Pascua, omitido el gradual, se dice:
Allelúja, allelúja. V/. Tóllite jugum meum super vos et díscite a me, quia mitis sum, et húmilis Corde, et inveniétis réquiem animábis vestris. Allelúja. V/. Veníte ad me, omnes qui laborátis et oneráti estis, et ego refíciam vos. Allelúja.
Aleluya, aleluya. V/. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que tengo un corazón amable y sencillo, y encontraréis la paz del alma. Aleluya. V/. Venid a mí los fatigados, los agobiados, que yo os aliviaré. Aleluya.

EVANGELIO Juan 19, 31-37
Sequéntia sancti Evangélii secundum Joánnem.
In illo témpore: Judǽi ergo quóniam Parascéve erat, ut non remanérent in cruce córpora sábbato, erat enim magnus dies ille sábbati, rogavérunt Pilátum ut frangeréntur eórum crura et tolleréntur. Venérunt ergo mílites, et primi quidem fregérunt crura et altérius qui crucifíxus est cum eo. Ad Jesum autem cum veníssent, ut vidérunt eum jam mórtuum, non fregérunt ejus crura: sed unus mílitum láncea latus ejus apruit, et contínuo exívit sanguis et aqua. Et qui vidit testimónium perhíbuit: et verum est testimónium ejus. Et ille scit quia vera dicit, ut et vos credátis. Facta sunt enim hæc ut Scriptúra implerétur: «Os non comminuétis ex eo.» Et íterum alia scriptúra dicit: «Videbunt in quem transfixerunt.»

Continuación del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, los judíos como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron».

 

Se dice Credo

OFERTORIO Salmo 68, 21
Impropérium exspectávit Cor meum misériam, et sustínui qui simul mecum contristarétur et non fuit: consolántem me quæsívi et non invéni.
Desprecios e in­gratitudes recibió mi Corazón: y esperé,  por si alguno se condoliese conmigo, y no lo hubo. Busqué quién me consolase y no lo hallé.
En las Misas del Tiempo Pascual, se dice este ofertorio: Salmo 39, 7-9
Holocáustum et pro peccáto non postulásti: tunc dixi: «Ecce vénio. In cápite libri scriptum est de me ut fácerem voluntátem tuam: Deus meus, vólui et legem tuam in médio Cordis me.» Allelúja.
No pediste víctimas por el pecado; y entonces dije Yo: Aquí estoy: al principio del libro está escrito de Mí, para que se cumpla vuestra voluntad. Sí, así lo quise, Dios mío, y vuestra Ley está escrita en medio de mi corazón. Aleluya.

SECRETA
Respice, quǽsumus, Dómine, ad ineffábilem Cordis dilécti Fílli tui caritátem: ut quod offérimus sit tibi munus accéptum et nostrórum expiátio delictórum.  Per eundem Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,
Os rogamos, Señor. Que miréis al inefable amor del Corazón de vuestro amado Hijo; para que lo que os ofrecemos os sea así un obsequio agradable y expiación por nuestros pecados. Por el mismo nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

PREFACIO DEL CORAZÓN DE JESÚS
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui unigénitum tuum, in Cruce pendéntem, láncea mílitis transfígi voluísti, ut apértum Cor, divínæ largitátis sacrárium, torréntes nobis fúnderet miseratiónis et grátiæ, et quod amóre nostri flagráre numquam déstitit, piis esset réquies et pœniténtibus patéret salútis refúgium. Et ideo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cæléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
.- Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has querido que tu Hijo Único, clavado en la Cruz, fuera traspasado por la lanza del soldado, para que su corazón abierto, santuario de la generosidad divina, derramara sobre nosotros torrentes de gracia y de perdón; y ya que nunca cesó de arder por amor nuestro, fuera descanso para los que te aman y, para los que se arrepienten, refugio siempre abierto de salvación. Por eso con los Ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

COMUNIÓN Juan 19,34
Unus mílitum láncea latus ejus apéruit, et contínuo exívit sanguis et aqua.
Uno de los soldados abrió su costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua.
En las Misas votivas del Tiempo Pascual se dice esta comunión: Juan 7,37
Si quis sitit, véniat ad me et bibat, allelúja, allelúja.
Si alguno tiene sed, venga a Mí, y beba, aleluya, aleluya.

POSCOMUNIÓN
Prǽbeant nobis, Dómine Jesu, divínum tua sancta fervórem: quo dulcíssimi Cordis tui suavitáte percépta, discámus terréna despícere, et amáre cæléstia: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitate Spritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.
Señor Jesús, infundan vuestros Misterios en nuestras almas un divino fervor, con el cual, gustada la suavidad de vuestro dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Que vives y reinas con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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