martes, 10 de octubre de 2017

LA MATERNIDAD DIVINA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. 11 de octubre


11 DE OCTUBRE
FIESTA DE LA MATERNIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
 II clase, blanco. 
La solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primera fiesta mariana que apareció en la Iglesia occidental. Originariamente la fiesta remplazaba la costumbre pagana de las «strenae» (estrenas), cuyos ritos contrastaban con la santidad de las celebraciones cristianas. El «Natale Sanctae Mariae» comenzó a celebrarse en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación de una de las primeras iglesias marianas de Roma, esto es, Santa María Antigua en el Foro Romano. En el año 1931, en decimoquinto centenario de la definición dogmática del Concilio de Éfeso (431), Pío XI decretó que se celebrase como fiesta de la Maternidad Divina el 11 de octubre.
La fiesta «está destinada a celebrar la parte que tuvo María en el Misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la Madre Santa, por la cual merecimos recibir al Autor de la Vida.

INTROITO Isaías 7,14. Sal 97, 1
ECCE VIRGO concípiet et páriet fílium, et vocábitur nomen ejus Emmánuel. V/. Cantáte Dómino cánticum novum: quia mirabília fecit. Glória Patri.
HE AQUÍ que una virgen concebirá y dará a luz un hijo, cuyo nombre será Emmanuel. V/. Cantad al Señor un cantico nuevo, porque ha obrado maravillas. V/. Gloria al Padre.

COLECTA
DEUS, qui de beatæ Maríæ Vírginis útero Verbum tuum, Angelo nuntiante, carnem suscípere voluísti: præsta supplícibus tuis; ut, qui vere eam Genetrícem Dei crédimus, ejus apud te intercessiónibus adjuvémur. Per eúmdem Dóminum.
OH DIOS, que quisiste que tu Verbo tomase carne de las entrañas de la bienaventurada Virgen Maria, anunciándolo el ángel; concede a nuestras suplicas que los que la creemos verdadera Madre de Dios, seamos ayudados su intercesión poderosa para contigo. Por el mismo Señor


EPÍSTOLA Eclo 24, 23-31
LÉCTIO LIBRI SAPIÉNTIÆ.

Ego quasi vitis fructificávi suavitátem odóris: et flores mei, fructus honóris et honestátis. Ego mater pulchræ dilectiónis, et timóris, et agnitiónis, et sanctæ spei. In me grátia omnis viæ et veritátis: in me omnes spes vitæ et virtútis. Transíte ad me omnes qui concupíscitis me, et a generatiónibus meis implémini. Spíritus enim meus super mel dulcis, et heréditas mea super mel et favum. Memória mea in generatiónes sæculórum. Qui edunt me, adhuc esúrient: et qui bibunt me, adhuc sítient. Qui audit me, non confundétur: et qui operántur in me, non peccábunt. Qui elúcidant me, vitam ætérnam habébunt.
LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA.
Yo como la vid brote pimpollos de suave olor, y mis flores dan frutos de gloria y de riqueza. Yo soy la madre del amor hermoso y del temor y de la ciencia y de la santa esperanza. En mí esta toda la gracia del camino y de la verdad, en mí toda esperanza de vida y de virtud. Venid a mí todos los que os halláis presos de mi amor y saciaos de mis frutos; porque mi espíritu es más dulce que la miel, y más suave que el panal de miel mi herencia. Se hará memoria de mí en toda la serie de los siglos. Los que de mí comen, tienen siempre hambre de mí y tiene siempre sed los que de mí beben. El que me escucha, jamás tendrá de que avergonzarse; y aquellos que se guían por mí, no pecaran. Los que me esclarecen obtendrán la vida eterna

GRADUAL Isaias 11, 1-2
EGREDIÉTUR virga de radíce Jesse et flos de radíce eius ascéndet. V/.  Et requiéscet super eum spíritus Dómini.
SALDRÁ un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz se elevara una flor. V/. Y reposara sobre él el espíritu del Señor.

ALELUYA
Allelúia, allelúia. V/. Virgo Dei Génitrix, quem totus non capit orbis in tua se clausit víscera factus homo. Allelúia.
Aleluya, aleluya. V/. Virgen Madre de Dios; el que no cabe en todo el orbe, se encerró hecho Niño en tus entrañas. Aleluya.

EVANGELIO Lc 2, 42-51
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM LUCAM.
Cum factus esset annórum duódecim ascendéntibus illis Jerusólymam secundum consuetúdinem diei festi consummatísque diébus cum redírent, remánsit puer Jesus in Jerúsalem et non cognovérunt paréntes ejus. Existimántes autem illum esse in comitátu, venérunt iter diéi, et requirébant eum inter cognátos et notos. Et non inveniéntes regréssi sunt in Jerúsalem requiréntes eum. Et factum est, post tríduum invenérunt illum in templo sedéntem in médio doctórum audiéntem illos, et interrogántem eos. Stupébant autem omnes, qui eum audiébant super prudéntia et respónsis ejus. Et vidéntes admiráti sunt. Et dixit mater eius ad illum: «Fíli, quid fecísti nobis sic? ecce pater tuus et ego doléntes quærebámus te.» Et ait ad illos: «Quid est quod me quærebátis? nesciebátis quia in his quæ Patris mei sunt oportet me esse?» Et ipsi non intellexérunt verbum quod locútus est ad eos. Et descéndit cum eis, et venit Názareth: et erat súbditus illis.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS.
Cuando ya se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtiesen. Antes bien persuadidos de que venía  con alguno de los de su comitiva, anduvieron la jornada entera, buscándole entre los parientes y los conocidos. Más como no le hallasen, retornaron a Jerusalén en busca suya. Y al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, que ora los escuchaba, ora les preguntaba. Y cuantos le oían se quedaban pasmados de su sabiduría y de sus respuestas, Al verle, pues, sus padres, quedaron maravillados. Y su madre le dijo: Hijo ¿por qué has hecho eso con nosotros? Mira como tu padre y yo llenos de aflicción te hemos andado buscando. Y él les respondió: ¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre? Más ellos no comprendieron el sentido de su respuesta. En seguida se fue con ellos y vino a Nazaret: y les estaba sujeto. Y su madre conservaba todas estas cosas en su corazón. Jesús entretanto crecía en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios y de los hombres.

Se dice Credo.

OFERTORIO Mt 1, 18
CUM ESSET desponsáta mater Jesu María Joseph, ántequam convenírent, invénta est in útero habens de Spíritu Sancto.
ESTANDO desposada su madre Maria con José, se halló que había concebido en su seno del Espíritu Santo.

SECRETA
TUA, DÓMINE, propitiatióne, et beátæ Maríæ semper Vírginis intercessióne, ad perpétuam atque præséntem hæc oblátio nobis profíciat prosperitátem et pacem. Per Dóminum.
HAZ, SEÑOR, que nos aprovecha esta población para que, por tu gracia uy por la intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, logremos la dicha y la paz, así en esta vida como en la otra. Por nuestro Señor.

PREFACIO
VERE DIGNUM et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus:  Et te in festivitate beátæ Maríæ semper Vírginis collaudáre, benedícere, et predicáre. Quæ et Unigénitum tuum Sancti Spíritus obumbratióne concépit: et virginitátis glória permanénte lumen ætérnum mundo effúdit, Jesum Christum Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cæli cælorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
VERDADERAMENTE es digno y justo, es nuestro deber y nuestra salvación el darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, Padre santo, omnipotente y eterno Dios: Y que en la festividad de la bienaventurada siempre Virgen María, te alabemos, bendigamos y aclamemos. Ella después de haber concebido a tu único Hijo por obra y gracia del Espíritu Santo y conservando siempre la gloria de la virginidad, dio a luz al que es la luz eterna, Jesucristo, nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu Majestad, las Dominaciones la adoran, las Potestades la temen, los Cielos y las Virtudes de los cielos y el ejército bienaventurado de los Serafines unidos en la misma alegría la celebran. Con ellos te pedimos también quieras admitir nuestras voces que en suplicante alabanza dicen:

COMUNIÓN
BEÁTA víscera Maríæ Vírginis quæ portavérunt ætérni Patris Fílium.
BIENAVENTURADAS fueron las entrañas de la virgen Maria, que llevaron al Hijo del Eterno Padre.


POSCOMUNIÓN
HÆC NOS commúnio, Dómine, purget a crímine: et, intercedénte beata Vírgine Dei Genetríce María, cæléstis remédii faciat esse consórtes. Per Dóminum.
ESTA COMUNIÓN, Señor, nos purifique de todo pecado; y por la intercesión de la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, nos haga partícipes del premio celestial. Por nuestro Señor.
 Agradecimiento por la colaboración de Dña. Ana Galvez Aguiló.

Partituras y grabaciones de los propios
Comentario Card. Schuster
Sugerencias para la homilía
Partituras de las oraciones y lecturas
Grabaciones de las lecturas

Vísperas