martes, 11 de diciembre de 2018

Misa de Santa María en sábado. Tiempo de Adviento


Misa de Santa María en sábado
Tiempo de Adviento

La misa “Rorate”  es la misa votiva de la Virgen María para el tiempo de Adviento. Durante el tiempo de Adviento, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María: recuerda algunas mujeres de la Antigua Alianza, que eran figura y profecía de su misión; exalta la actitud de fe y de humildad con que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico de Dios; subraya su presencia en los acontecimientos de gracia que precedieron el nacimiento del Salvador.

El nombre de misas Rorate es debido al Introito tomado de Is. 45, 8, texto que expresa el anhelo de los profetas de Israel por la venida del Mesías, el cual la Iglesia hace suyo en el tiempo de Adviento:

Como característica propia, estas misas han de ser celebradas con poca luz –evitando la luz eléctrica, a poder ser- y alumbrando el altar con abundantes velas, en espera del amanecer. Los fieles portan las velas, no solo para iluminar el lugar, sino como símbolo de que la unión de muchas luces individuales repele la oscuridad y las tinieblas. La luz que recibieron en su bautismo no la esconden, como dice Jesús en el Evangelio de San Mateo, sino que sirve para iluminar. Al final de la Misa se empieza a ver el sol, que ya sube. Amanece un nuevo día, en símbolo que al final del Adviento recordaremos el Nacimiento del Sol que nace de lo alto, como llamó Zacarías a Jesús. En el Adviento nos preparamos a la fiesta del nacimiento de Cristo, y con la Virgen nos preparamos a una llegada de Aquel que es la Luz y ha venido a disipar nuestras tinieblas y a iluminarnos en gracia y santidad.

Esta misa puede celebrarse por indulto durante todo el tiempo de Adviento, en las ferias y los sábados, con ornamentos blancos o morados. En sábado se recita Gloria. Se conmemora la feria de Adviento.

 


INTROITO      Isaías 45,8
Roráte cæli désuper, et nubes pluant justum: aperiátur terra, et gérminet Salvatórem. V/. Benedixísti, Dómine, terram tuam: avertísti captivitátem Jacob. V/.  Glória Patri.
¡Oh cielos!, derramad desde arriba vuestro rocío, y lluevan las nubes al Justo; ábrase la tierra y brote al Salvador. V/. Oh Señor, tu has derramado la bendición sobre tu tierra; tu has libertado del cautiverio a Jacob. V/. Gloria al Padre.
En sábado, se dice Gloria.

COLECTA
Deus, qui de beatæ Maríæ Vírginis útero Verbum tuum, Angelo nuntiante, carnem suscípere voluísti: præsta supplícibus tuis; ut, qui vere eam Genetrícem Dei crédimus, ejus apud te intercessiónibus adjuvémur. Per eúmdem Dóminum.
Oh Dios, que quisiste que tu Verbo tomase carne en las entrañas de la bienaventurada Virgen María, anunciándolo el ángel; concede a nuestras suplicas que los que la creemos verdadera Madre de Dios, seamos ayudados su intercesión poderosa para contigo. Por el mismo Señor…
Conmemoración de la feria.

EPISTOLA   Isaías  7, 10-15
LÉCTIO ISAÍÆ PROPHÉTÆ.
In diébus illis: Locútus est Dóminus ad Achaz, dicens «Pete tibi signum a Dómino Deo tuo in profúndum inférni sive in excélsum supra.» Et dixit Achaz: «Non petam, et non tentábo Dóminum.» Et dixit «Audíte ergo domus David: Numquid parum vobis est, moléstos esse homínibus quia molésti estis et Deo meo? Propter hoc dabit Dóminus ipse vobis signum. Ecce virgo concípiet et páriet fílium, et vocábitur nomen ejus Emmánuel. Butýrum et mel cómedet, ut sciat reprobáre malum, et elígere bonum.»
LECTURA DEL PROFETA ISAÍAS
En aquellos días: El Señor volvió a hablar a Ajaz y le dijo:  «Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo». Respondió Ajaz: «No lo pido, no quiero tentar al Señor».  Entonces dijo Isaías: «Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios?  Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.  Comerá requesón con miel, para que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.

GRADUAL    Salmo 23,7
Tóllite portas príncipes, vestras: et elevámini, porte æternáles: et introíbit Rex glóriæ. V/.  Quis ascéndet in montem Dómini? aut quis stabit in loco sancto ejus? Innocens mánibus et mundo corde.
Levantad, oh príncipes, vuestras puertas; y elevaos vosotras, oh puertas de la eternidad, y entrara el Rey de la gloria. V/.  ¿Quién subirá al monte del Señor? O ¿Quién podrá estar en su santuario?. El que tiene puras las manos y limpio el corazón.


ALELUYA
Allelúja, allelúja. V/.  Ave María, grátia plena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus et benedíctus fructus ventris tui. Allelúja.
Aleluya, aleluya. V/.  Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres. Aleluya.

EVANGELIO Lc 1, 26-38
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM LUCAM.
In illo témpore: Missus est Angelus Gábriel a Deo in civitátem Galilǽæ, cui nomen Názereth, ad Vírginem desponsátam viro, cui nomen erat Joseph, de domo David, et nomen Vírginis María. Et ingréssus Angelus ad eam, dixit: «Ave grátia plena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus.» Quæ cum audísset, turbáta est in sermóne ejus: et cogitábat qualis esset ista salutátio. Et ait Angelus ei: «Ne tímeas, María, invenísti enim grátiam apud Deum: ecce concípies in útero, et páries fílium, et vocábis nomen ejus Jesum. Hic erit magnus, et Fílius Altíssimi vocábitur, et dabit illi Dóminus Deus sedem David patris ejus: et regnábit in domo Jacob in ætérnum, et regni ejus non erit finis.» Dixit autem María ad Angelum: «Quómodo fiet istud, quóniam virum non cognósco?» Et respóndens Angelus, dixit ei: «Spíritus Sanctus supervéniet in te, et virtus Altíssimi obumbrábit tibi. Ideóque et quod nascétur ex te Sanctum vocábitur Fílius Dei. Et ecce Elísabeth cognáta tua, et ipsa concépit fílium in senectúte sua: et hic mensis sextus est illi, quæ vocátur stérilis: qui non erit impossíble apud Deum omne verbum.» Dixit autem María: «Ecce ancílla Dómini, fiat mihi secúndum verbum tuum.»
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: « ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

OFERTORIO  Lc 1, 28 y 42
Ave María, grátia plena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus et benedíctus fructus ventris tui.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.


SECRETA
In méntibus nostris, quæsumus, Dómine, veræ fídei sacraménta confirma: ut, qui concéptum de Vírgine Deum verum et hóminem confitémur; per ejus salutíferæ resurrectiónis poténtiam, ad ætérnam mereámur perveníre lætítiam. Per Dóminum nostrum.
Te suplicamos, Señor, que confirmes en nuestras almas los sacramentos de la fe verdadera; a fin de que quienes confesamos al verdadero Dios y hombre concebido de una Virgen, merezcamos llegar en virtud de su saludable resurrección a la felicidad eterna. Por el mismo Señor tú Hijo, que contigo vive.
Conmemoración de la feria.

PREFACIO DE LA VIRGEN
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus:  Et te in veneratione beátæ Maríæ semper Vírginis collaudáre, benedícere, et predicáre. Quæ et Unigénitum tuum Sancti Spíritus obumbratióne concépit: et virginitátis glória permanénte lumen ætérnum mundo effúdit, Jesum Christum Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cæli cælorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
EN VERDAD es digno y justo, equitativo y saludable que en todo tiempo y lugar demos gracias, Señor Santo, Padre omnipotente, Dios eterno y alabarte y bendecirte y glorificarte en la veneración de la bienaventurada siempre Virgen María que concibió a tu Unigénito Hijo por obra del Espíritu Santo y permaneciendo intacta la gloria de su virginidad dio al mundo la luz eterna, Jesucristo Nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu majestad, las dominaciones la adoran, tiemblan las potestades, los cielos y las virtudes de los cielos,  y los bienaventurados serafines la celebran con igual júbilo. Te rogamos que con sus alabanzas recibas también las nuestras cuando te decimos con humilde confesión.

COMUNION     Isaías  7,14
Ecce virgo concípiet et páriet fílium, et vocábitur nomen ejus Emmánuel.
Sabed que una Virgen concebirá y dará a luz un hijo: cuyo nombre será Emmanuel.


POSCOMUNION
Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine, méntibus nostris infúnde: ut qui, Angelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus; per passiónem ejus et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per Dóminum.
Te suplicamos, Señor, que infundas tu gracia en nuestras almas, a fin de que quienes hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de Cristo, tu Hijo, seamos conducidos a la gloria de la resurrección por los meritos de su Pasión y muerte. Por el mismo Señor, tu Hijo, que contigo vive y reina….