viernes, 5 de noviembre de 2021

V domingo despúes de Epifanía transferido



 

V DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA TRASNFERIDO

II clase, verde

Gloria, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad

 

Dos semillas, dos cosechas.  A la clara luz del sol de la verdad, siembra Jesús el amor y la virtud, grano excelente de cosechas celestes;  en la noche solapada de la mentira, Satanás siembra el vicio y el odio, cizaña del fuego infernal.

El demonio, autor del mal, siembra por la noche en el campo del padre de familia la cizaña, que nacerá con el trigo. A su tiempo se hará la necesaria separación. Si la cizaña crece, se la arrojará al fuego; pero hay que aguardar a la siega. Tal es la disposición providencial de Dios: la separación de malos y buenos está reservada  para el fin de los tiempos.

El juicio pertenece a Dios y Dios puede aguardar. Puede retrasar siglos el día de la cuenta, que no faltará. Por lo que a nosotros concierne, seamos bondadosos, dulces y pacientes con todos los hombres, cualesquiera que sean. Este deber es tanto mayor cuanto que, admitidos a la paz de Cristo, nos hemos beneficiado de su misericordia. San Pablo nos lo recuerda como un motivo de alegría, pero también como una exigencia de caridad impuesta al cristiano. Esta caridad paciente no implica, en verdad, ninguna especie de presunción o de abandono; más bien es el resultado de una voluntad perseverante en el bien. En seres débiles que tienen constante necesidad de perdón y de ayuda divina, ello no es orgullo ni presunción; sino humilde conciencia del deber de amar y perdonar, como Dios les perdona y ama.

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Con estas reflexiones, el divino Maestro invita a reconocer ante todo la primacía de Dios Padre: donde no está, no puede haber nada bueno. Es una prioridad decisiva para todo. Reino de los cielos significa, precisamente, señorío de Dios, y esto quiere decir que su voluntad debe ser asumida como el criterio-guía de nuestra existencia. El tema contenido en el Evangelio de este domingo es precisamente el Reino de los cielos. El “cielo” no debe ser entendido sólo en el sentido de esa altura que está encima de nosotros, pues ese espacio infinito posee también la forma de la interioridad del hombre. Jesús compara el Reino de los cielos con un campo de trigo para darnos a entender que dentro de nosotros se ha sembrado algo pequeño y escondido, que sin embargo tiene una fuerza vital que no puede suprimirse. A pesar de los obstáculos, la semilla se desarrollará y el fruto madurará. Este fruto será bueno sólo si se cultiva el terreno de la vida según la voluntad divina. Por eso, en la parábola de la cizaña (Mateo 13,24-30), Jesús advierte que, después de la siembra del dueño, “mientras todos dormían”, aparece “su enemigo”, que siembra la cizaña. Esto significa que tenemos que estar preparados para custodiar la gracia recibida desde el día del bautismo, alimentando la fe en el Señor, que impide que el mal eche raíces. San Agustín, comentando esta parábola, observa que “primero muchos son cizaña y luego se convierten en grano bueno”. Y agrega: “si éstos, cuando son malos, no fueran tolerados con paciencia, no lograrían el laudable cambio” (Quaest. septend. in Ev. sec. Matth., 12, 4: PL 35, 1371). Benedicto XVI, 17 de julio de 2011

 

INTROITO Jeremías 29, 11.12. Salmo 84, 2

Dicit Dóminus: Ego cógito cogitatiónes pacis et non adflictiónis. Invocábitis me et Ego exáudiam vos et redúcam captivitátem vestram de cunctis locis. V/. Benedixísti, Dómine, terram tuam: avertísti captivitátem Jacob. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén

Dice el Señor: Yo tengo designios de paz sobre vosotros, y no de aflicción; me invocaréis y Yo os escucharé; os haré volver del cautiverio y os reuniré de todos los lugares adonde os había desterrado. V/. Habéis bendecido, Señor, vuestra tierra; habéis acabado con el cautiverio de Jacob. V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

 

COLECTA

Famíliam tuam, quǽsumus, Dómine, contínua pietáte custódi: ut quæ in sola spe grátiæ cæléstis innítitur, tua semper protectióne muniátur. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

 

Te rogamos, Señor, guardes a tu familia con una continua piedad, para que sea siempre por ti defendida, pues se apoya en la sola esperanza de la gracia celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

EPÍSTOLA Colosenses 3,12-17

“Así como el Señor os perdona, así también perdonad vosotros.” Ésta es la gran ley de la caridad; puede tener ciertamente otros motivos, pero ninguno tan esencial ni tan convincente.

Léctio Epistolæ beáti Pauli Apóstoli ad Colossenses:

Fratres: Indúite vos ergo sicut elécti Dei sancti et dilécti víscera misericórdiæ, benignitátem, humilitátem, modéstiam, patiéntiam: subportántes ínvicem, et donántes vobismetípsis si quis advérsus áliquem habet queréllam: sicut et Dóminus donávit vobis, ita et vos. Super ómnia autem hæc, caritátem habéte, quod est vínculum perfectiónis: et pax Christi exúltet in córdibus vestris, in qua et vocati estis in uno córpore: et grati estóte. Verbum Christi hábitet in vobis abundánter, in omni sapiéntia, docéntes, et commonéntes vosmetípsos psalmis, hymnis, et cánticis spiritálibus, in grátia cantántes in córdibus vestris Deo. Omne quodcúmque fácitis in verbo aut in ópere, ómnia in nómine Dómini Jesu Christi, grátias agéntes Deo et Patri per Jesum Christum Dóminum nostrum.

Lección de la carta del Apóstol san Pablo A los Colosenses.

Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta. Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo. Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Jesucristo Señor nuestro.

 

GRADUAL Salmo 43, 8-9

Liberásti nos, Dómine, ex adfligéntibus nos: et eos qui nos odérunt confudísti. V/. In Deo laudábimur tota die et in nómine tuo confitébimur in sǽcula.

Nos salvaste, Señor, de nuestros enemigos, humillaste a los que nos aborrecen. V/. Todos los días nos gloriamos en el Señor, siempre damos gracias a tu nombre.

 

ALELUYA Salmo 129,1-2

Allelúia, allelúia. V/. De profúndis clamávi ad te, Dómine; Dómine, exáudi oratiónem meam. Allelúia

Aleluya, aleluya. V/. Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz. Aleluya.

 

EVANGELIO Mateo 13, 24-30

En el campo de las almas, puede convertirse la cizaña en trigo por la acción de la gracia de Dios. La paciencia divina espera la conversión de los pecadores.

Sequéntia sancti Evangélii secúundum Matthæum.

In illo tempore: Dixit Jesus turbis parábolam hanc: Símile factum est regnum cælórum hómini, qui seminávit bonum semen in agro suo. Cum autem dormírent hómines, venit inimícus eius, et superseminávit zizánia in médio trítici, et ábiit. Cum autem crevísset herba, et fructum fecísset, tunc apparuérunt et zizánia. Accedéntes autem servi patris familias, dixérunt ei: " Dómine nonne bonum semen seminásti in agro tuo? Unde ergo habet zizánia?" Et ait illis: " Inimícus homo hoc fecit." Servi autem dixérunt ei: "Vis, imus, et collígimus ea?" Et ait "Non: ne forte colligéntes zizánia, eradicétis simul cum eis et tríticum. Sínite útraque créscere usque ad messem, et in témpore messis dicam messóribus: 'Collígite primum zizánia, et alligáte ea fascículos ad comburéndum, tríticum autem congregáte in hórreum meum.'"

Continuación del Santo Evangelio según san Mateo.

En aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas esta parábola: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó.6Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”. Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los criados le preguntan: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».

Se dice Credo

 

OFERTORIO Salmo 129,1-2

De profúndis clamávi ad te, Dómine; Dómine, exáudi oratiónem meam. De profúndis clamávi ad te, Dómine.

Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz. Desde lo hondo a ti grito, Señor.

 

SECRETA

Hóstias tibi, Dómine, placatiónis offérimus: ut et delicta nostra miserátus absólvas, et nutántia corda tu dírigas. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

 

Te ofrecemos, Señor, hostias de propiciación, para que perdones misericordioso nuestras culpas, y dirijas tú mismo  nuestros vacilantes corazones. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

 

 

PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confe­sando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

 

COMUNIÓN Marcos 11, 24

Amen dico vobis, quidquid orántes pétitis, crédite quia accipiétes, et fiet vobis.

En verdad os aseguro que cuantas cosas pidiereis en la oración, tened viva fe de conseguirlas y se os concederán.

 

POSCOMUNIÓN

Quǽsumus, omnípotens Deus: ut illius salutáris capiámus efféctum, cujus per hæc mystéria pignus accépimus.Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

 

Te rogamos, ¡oh Dios omnipotente!, nos concedas la gracia de conseguir el efecto de aquel don saludable, cuya prenda hemos recibido por estos misterios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

V Domingo Después de Epifanía Trasnferido. Leccionario

V Domingo Después de Epifanía Transferido. Propio y Ordinario de la Santa Misa


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